CIUDADELA DE CARAL- PERÚ
Ultimamente,
en
el valle del río Supe fueron descubiertos
diecinueve asentamientos arqueológicos, distribuidos en una
superficie de aproximadamente de 50 hectáreas.
La
ciudadela de Caral
tuvo su esplendor hace 5 mil años, cuando se iniciaba la construcción
de la pirámide de Keops, en Egipto, o de las primeras urbes de
China o de Mesopotamia. En verdad,
estos sorprendentes hallazgos nos
lleva a interesamos cada vez más por el conocimiento profundo del
pasado del Perú.
Las
evidencias arqueológicas y los análisis de laboratorio indican una
antigüedad de 5 mil años. también demuestran que sus habitantes
consumieron ingentes cantidades de anchovetas, sardinas y
moluscos
y que cultivaron algodón, zapallos, frijoles, camote, pacay y
guayaba.
Por
estas razones se ha dado a llamar al Perú "Cuna de
Civilizaciones.
Construcciones Lo que llama fundamentalmente la atención son sus numerosas estructuras ceremoniales o pirámides
con plataformas, superpuestas de 30 metros de altura y templos con
anfiteatros y muros de piedras enlucidas, con barro y relieves
pintados. Enormes zonas urbanas de diferente dimensión con muros
pintados de piedra o paredes de caña amarradas con fibras de junco
Templos
En
casi todas las edificaciones de la ciudad sagrada de Caral se
hallaron pisos enlucidos y pintados con fogones donde se quemaron
alimentos. También se han desenterrado paquetes de alimentos,
envueltos en hojas, en forma de tamales; así como textiles de algodón
cestería quemados.
De
estos sobresale el denominado "altar del fuego sagrado",
desenterrado en la zona sur-este de Caral. Su buen estado de
conservación permite contemplar un pequeño edificio circular de
acceso restringido a través de peldaños que conducen a un fogón
ceremonial donde se han hallado cenizas de fósforo, producidas por
combustión de pescados a elevadas temperaturas.
El
hallazgo
Pero
el hallazgo más espectacular de Caral han sido las 32 flautas
desenterradas en una esquina del "anfiteatro", una plaza
circular hundida que integra un complejo arquitectónico ceremonial.
Si bien muestran algunos dibujos de estilo Chavín (mono con la boca
abierta, aves,
felinos, serpientes bicéfalas con rostros de aves y rostros
humanos), lo que llamó poderosamente la atención de sus
descubridores es que no se trata de las tradicionales quenas, sino
de las llamadas flautas traversa, manufacturadas con huesos de alas
de pelícano.
Estudios
musicales realizados en el museo de antropología arqueología de
San Marcos demuestran que las flautas producen las siete notas musicales
más antiguas del Perú y posiblemente
de
toda Sudamérica.
Santuarios
En
cada uno de estos santuarios se consolidó paulatinamente una clase
sacerdotal que preservó celosamente sus conocimientos y su poder.
Esta clase privilegiada, especialista en técnicas agrícolas de
producción y en organización del trabajo "colectivo",
estructuró jefaturas teocráticas que fueron intensificando su
dominio sobre la clase productora (campesinos, pastores, artesanos,
etc).

Los
sacerdotes reforzaban su hegemonía con una simbología de dioses
zoomorfos y feroces, para ello aprovecharon las supersticiones,
creencias y temores de los campesinos que vivían agrupados en
ayllus o comunidades aldeanas, donde el parentesco y la producción
colectiva mantenía unido a sus integrantes.
En
la actualidad se vienen realizando los estudios de esta
ciudadela. Los turistas pueden ser guiados por los
arqueólogos o antropólogos quienes les brindarán una información detallada de lo que estan
encontrando y los resultados de los estudios ya realizados.

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